Vacíos y Jerarquías

Del mat a la articulación

El proyecto se inició con el análisis de distintos referentes y propuestas variadas derivadas de los mismos. Dichas propuestas debían responder a un determinado programa, situación espacial y superficie. En este caso, el programa consistía en un equipamiento de carácter educativo, formado por un instituto secundario técnico orientado a las artes audiovisuales, una universidad también especializada en cine y diseño de imagen y sonido, y por último, una escuela de oficios y talleres comunitarios con la misma temática, con una superficie total de 10.000 metros cuadrados. Por otro lado, el programa se completaría con 37.500 metros cuadrados de viviendas.
El proyecto se encuentra ubicado en el barrio porteño de Colegiales, en la zona abarcada por el concurso «Nuevo Colegiales» del año 2001. El terreno en cuestión cubre la manzana circundada por las calles Zapiola, Concepción Arenal, Freire y Matienzo , donde en la actualidad se encuentra la Facultad de Veterinaria y Agronomía de la Pontificia Universidad Católica. Se trata de una manzana de 28.000 m2 aproximadamente, con excelentes condiciones de asoleamiento debido a la distancia que conserva con los edificios altos de la zona, y porque las manzanas más cercanas poseen construcciones más bien bajas.
A la hora de optar por una propuesta, se eligió aquella conformada por un gran basamento que albergaría el equipamiento, junto con una serie de placas que conformarían las viviendas. En este caso en particular, los disparadores fueron dos edificios caracterizados por matrices, a nivel horizontal fue el Museo de Arte Contemporáneo para el Siglo XXI en Kanazawa de SANAA y verticalmente fue Berlín Voids, de MVRDV.
El planteo desde un principio fue el de trabajar el programa educativo con sucesiones de aulas, patios y vacíos programáticos, por lo que conformar ese conjunto de manera equilibrada y ordenada resultó un gran desafío. La pedagogía sobre la cual se apoyan estas instituciones orientan al constructivismo, con Lev Vygotski como principal referente, tomando también parte de las ideas de Jean Piaget, orientadas a la formación integral del alumno, viéndolo como un individuo y no simplemente como un «receptor» de conocimientos. En esta postura, se considera tanto al alumno y al educador, como así también al vínculo y la retroalimentación que se genera entre ambos.

En las viviendas, se plantearon tipologías lineales formadas por módulos de 4m x 4m, estas tipologías lineales tienen el beneficio de poder apilarse y generar dobles alturas. Dichos apilamientos pueden llegar hasta tres módulos de tipología. Las placas de viviendas también generan algunas oquedades que definen espacios comunes del edificio, como SUM, piscina, o simplemente áreas donde estar y permanecer.

La estructura del programa consiste en volúmenes programáticas de aulas y talleres, materializada en hormigón armado, estas estructuras separadas son las encargadas de sostener el techo que se encuentra sobre la totalidad del equipamiento, el cual a su vez constituye un espacio público transitable. Una plaza elevada, que además de los ya evidentes beneficios térmicos que trae para el programa que se encuentra debajo, genera un espacio y coopera con la circulación de peatones en la manzana, permitiendo acortar recorridos para los mismos y brindando un espacio de calidad para la Ciudad.